LA ENERGÍA

Desde los comienzos de su existencia, el ser humano ha necesitado y utilizado la energía; considerada ésta, en su sentido más fundamental, como la capacidad de un cuerpo para producir trabajo y calor. Primitivamente, utlilizó su propia energía y la de los animales que fue domesticando. Luego, la del Sol, el agua y el viento más la de la biomasa, persistiendo en el uso de estas fuentes de energía hasta la Revolución Industrial. A partir de este momento, llegó a la explotación masiva de los llamados combustibles fósiles: carbón, gas natural y petróleo; y dio un paso más con el descubrimiento de la energía nuclear.
Pero la utilización de estas últimas energías ha acarreado al planeta Tierra unas consecuencias imprevistas como son la contaminación atmosférica, el efecto invernadero, la lluvia ácida, alteraciones climáticas y conflictos por el control de las fuentes energéticas.
Actualmente, el hombre se ha planteado el abandono paulatino de las energías no renovables, volviendo a las energías que permitan un desarrollo sostenible, cuyo origen lo tienen todas en la proveniente del Sol. De este modo, ha optado por las energías limpias, inagotables y continuas como la energía eólica, la de la biomasa, la fotovoltaica, la hidráulica, la geotérmica y, especialmente, por las energías procedentes del mar.
Recientemente, se ha puesto en funcionamiento una planta de aprovechamiento de la energía de las olas del mar, en las Islas Orcadas (Escocia), para su transformación en energía eléctrica.
Como se ve en el vídeo incrustado, la energía del movimiento que las olas provocan en un aparato es conducida subterráneamente hasta una turbina situada en la costa. Se calcula que con la energía conseguida se abastecerán de electricidad unos nueve mil hogares.